El martes os mostramos el precioso vestido de Teresa, hoy todos los detalles de su espectacular boda con Carlos en Ciudad Real, ¡una boda en el campo súper familiar que no nos puede gustar más!
Pero empecemos por el principio, ya que no hay cosa que más nos guste que conocer la historia de los novios: «Nuestra historia es una historia normal, veraneo en Sanxenxo y allí conocí a los amigos de Carlos durante un verano. Carlos es Infante de Marina, y ese mismo septiembre tuvo unos días de permiso y se vino a Madrid donde nos presentaron. Somos muy distintos en cuanto a carácter pero algo nos acabó enganchando, aunque él siempre dice que fue él quien se lo curró y es cierto. En septiembre del año siguiente me pidió matrimonio y nos casamos un año después», nos contó Teresa.En ese momento Carlos vivía en el Puerto y Teresa en Madrid, y decidieron casarse en Ciudad Real ya que era la ilusión de la madre de Teresa: «Mi madre siempre había soñado con celebrar mi boda en la finca de su familia en la Mancha y como soy la única niña no pudimos negarle su deseo. Por logística celebramos la ceremonia en Almadén un pueblo cercano a la finca donde pudimos alojar a los invitados y celebrar la preboda. Es Patrimonio de la Humanidad así que aprovechamos todo su potencial y los invitados quedaron encantados.» Por lo que la ceremonia se celebro en la Parroquia Santa María de la Estrella.
Para el coro Teresa y Carlos eligieron un grupo de cuerda y un cuarteto de un pueblo manchego llamado Enclave Maestoso que tocaron de maravilla. Eligieron temas sacros mezclados con otros temas que les encantaban a los novios como Ludovico Eiunadi.
Una de las cosas que más nos chiflan son los pajes vestidos de austríacos, ¡estaban monísimos! «Me gusta que en acontecimientos así los detalles evoquen recuerdos o tradiciones así que para los pajes tenía claro desde hace tiempo que si me casaba en el campo usaría unos trajes que eran de cuando mi padre y su hermano eran pequeños, comprados en Austria y regalados por mi abuelo para que se vistieran para el campo. Pero solo teníamos dos y los pajes eran nuestros sobrinos, 3 niñas y 5 niños, así que me puse como loca a buscar. Los petos tiroleses que me faltaban los compré en Wallapop, quería que todos fueran distintos. Las niñas llevaban didrnls típicos comprados en una web austriaca. Mis cuñadas se empeñaron mucho en hacer posible mi idea y aunque pensamos que no sería lo más cómodo para ellos, ¡no se lo quitaron en todo el día!», nos contó Teresa.De la decoración de la Iglesia se encargó la floristería de Almadén, Mayoral. Teresa junto con su cuñada Maite decidieron darle importancia a la zona del altar con cestos rústicos de flores en tonos blancos y verdes en las escaleras y dos columnas de flores laterales en el centro de la Iglesia ya que era muy grande. En la entrada pusieron dos arbolitos con macetas decoradas con yute, simple pero elegante.
En cuanto al banquete se celebro en la finca familiar y el padre de Teresa tuvo que ver mucho en todo lo referente a la puesta en escena, y desde aquí queremos darle la enhorabuena por su trabajo porque quedó todo espectacular. Les habló a los novios de unos amigos suyos de Linares Jaén que tenían un Catering y organizaban bodas, y fueron quienes organizaron en su día sus Bodas de Plata allí en la misma finca. Teresa habló con ellos, vio fotografías de su puesta en escena, y Carlos y ella no lo dudaron. Tomás y Luis de Catering Benidorm les ayudaron con todos los detalles y supieron plasmar las ideas de la madre de Teresa porque la conocían muy bien.
La idea principal era que todo estuviera enmarcado en un ambiente rústico, de campo, y a partir de ahí fueron pensando ideas que se las transmitían a María, quien se encargo de la decoración de la finca.Carlos, el novio, propuso poner tipis rústicos en vez de carpas tradicionales y quedaron espectaculares. Querían que el ambiente fuera distendido y que todo el mundo estuviera muy a gusto así que todo giró en torno a eso. Para combatir el sol regalaron sombreros a los hombres y parasoles a las chicas. Entregaron en el hotel una bolsa para que las chicas llevaran sus zapatos de repuesto ya que el terreno invitaba a estar cómoda y darlo todo.
Pusieron pacas de paja para sentarse cubiertas con telas rústicas y étnicas que tenía la madre de Teresa en casa, aprovecharon los muebles de jardín, alfombras antiguas en el suelo con pufs y cojines de kilim alrededor de palets que hacían de mesa de apoyo.
Como era septiembre y el campo no estaba verde María quiso poner bodegones de flores frescas y coloridas que animaran un poco los colores otoñales y quedaron ideales.
Hicieron un cóctel con estaciones de comida decoradas con pacas, palets y detalles de cada tipo de comida, «es increíble como cuidaron la decoración al detalle», nos confiesa Teresa. Había de todo: Pulpeiro, Arrocería, Cortador de Jamón, Freiduría, Quesos y Chacinas y la Montería que era de carne de caza. Para el postre los novios decidieron montarlo tipo buffet para poder hacerlo a la vez que abrían la barra. No pusieron sitting para que cada uno se sentara donde quisiera, todos allí eran familia.
«Las mesas eran de madera vista y fueron decoradas con ramas naturales en el centro junto con un arbolito por cada mesa. Los bajoplatos eran de mimbre y la minuta iba encima junto con las servilletas que eran trapos de cocina en colores verde a juego con la cristalería. Los meseros los hice yo con una amiga con el mismo diseño que la minuta, obra de mi cuñada Maite, eran cabezas de venado decoradas con flores de papel.«
Teresa dio cuatro ramos, a dos amigas, a su suegra y a su cuñada porque le ayudaron muchísimo con todo. Los ramos era de Lucia Be porque son preservados y Teresa quería que pudieran tenerlos por mucho tiempo de recuerdo.
Otra de las cosas que nos encanta fue el photocall elegido por Teresa y Carlos, nada más y nada menos que ¡un tractor! Ya que es lo que se utiliza en el día a día en el campo, «¡a la gente le gusto tanto que no nos dejaron ni una foto!» nos contó entre risas Teresa.
Como DJ contrataron a Miguel Sagues y sin duda para ellos fue todo un acierto: «Teníamos buenas referencias pero con la música siempre te juegas mucho. Carlos y yo sabíamos que era algo muy importante y a mí me encanta darlo todo. Pinchó durante el cóctel y en el baile. Miguel fue un acierto, le dimos pocas pautas porque el es un profesional y en eso se nota. Cuando decidimos que la fiesta tenía que acabar nadie quería irse, ni Miguel, ni nosotros ni los invitados! Nos habriamos quedado allí hasta la mañana siguient..y después de la boda, una de las cosas que más nos dicen es que “menudo musicón hubo”.
Para las fotografías eligieron a Liven Photography «No puedo decir nada más que acertamos 100% y que los volvería a contratar. Son discretos, naturales, gente muy muy humana que es bastante importante y sacan unas fotos e instantáneas que son una maravilla.»
Una anécdota que nos contó Teresa fue que la estación de la montería fue una sorpresa para su padre, Carlos y sus hermanos porque sabía que les encantaría, pero hizo tanto calor que no dio tiempo a abrir la estación antes de que los invitados buscaran la sombra para comer, así que Tomás le propuso a Teresa dejar esa estación para la recena junto con lo que ya habían seleccionado, «la sorpresa fue lo exquisita que estaba la carne después de un par de bailes, ¡no sobró nada!», concluye Teresa.Desde aquí agradecerles a Teresa y a Carlos haber compartido con nosotras este día tan especial para ellos, sin duda una boda maravillosa, de las que nos encantan: familiar, campestre, con un gusto exquisito, llena de detalles, de esas bodas en las que uno se siente como en casa con unos novios radiantes. Os deseamos todo lo mejor en esta aventura apasionante, que os cuidéis siempre el uno del otro, y que siempre recordéis este día y abrazos como este que lo dicen todo.